Hoy abordamos una enfermedad en las articulaciones que puede comprometer nuestra calidad de vida. En Centro Lledó disponemos de una Unidad de Artrosis especializada en el tratamiento de la artrosis donde fisioterapeutas, médicos, preparadores físicos y podólogos trabajamos de forma conjunta para ayudar a nuestros pacientes.
Combinamos la fisioterapia, la Resonancia Magnética Terapéutica Nuclear MBST® y el ejercicio terapéutico para ofrecerte un tratamiento pionero no invasivo que se puede complementar con otras terapias.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es un proceso degenerativo y afecta a una o múltiples articulaciones: manos, caderas, espalda y rodillas son las zonas más comunes donde podemos sufrir esta patología. Está asociada a factores de riesgo como el sobrepeso, el estilo de vida, historial de lesiones o cirugías previas, pero también al envejecimiento normal de las personas e incluso la predisposición genética.
La artrosis se caracteriza, principalmente, por la degeneración del cartílago articular junto con el deterioro de la zona ósea más próxima a este cartílago. Como consecuencia, aparecen síntomas tan conocidos como dolor, rigidez articular y discapacidad.
¿Cuándo debo tratar la artrosis?
Es normal que aparezca artrosis en nuestras articulaciones y manifestar signos de artrosis en pruebas diagnósticas, sobre todo en las personas que soportan más carga a lo largo de su vida. No obstante, lo que marcará la necesidad del tratamiento de esta artrosis es si nuestra calidad de vida se ve disminuida por sus síntomas.
¿Cómo tratamos la artrosis?
En Centro Lledó sabemos que cada caso es diferente, por lo que cada tratamiento está adaptado a las necesidades de cada paciente. Hay factores como la edad, la actividad laboral o la actividad física que pueden influir en esta decisión.
Por ello, el primer paso de nuestro tratamiento siempre consiste en un estudio a fondo y sin compromiso para diseñar un programa personalizado. A continuación, reducimos el dolor y la inflamación mediante la terapia MBST para mejorar la funcionalidad del paciente. Así, con el apoyo de la fisioterapia, mejoramos su calidad de vida y su movilidad en el día a día.
La última fase de la terapia consiste en trabajar una rutina de ejercicios personalizados junto a preparadores físicos. Por supuesto, una vez hemos logrado mejorar la sintomatología, te ofrecemos las herramientas necesarias para que mantengas la calidad de vida recuperada.